sábado, 31 de diciembre de 2011

Alguno de vosotros


Paseaba por León
helada como nunca,
como a veces,
como pocas veces.

Y pensaba en ti
y en todos los que no eras tú,
tus pies y sus manos
tu nariz y su boca
tu color de pelo y su calva
su prosa y tu tono al cantar
tus angustias y su goce...

Y ya en el coche, el cielo es naranja
y no hay ni rastro de ninguno de vosotros.

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suéltalo