
y mirar al ojo
coloreado y quieto
que organiza y transmite el mundo
a través de sus dos huecos.
Volver a mirar
y ver lo imposible
la cuestión que debilita,
la viga o la paja,
la luz o el soporte.
Y no es a veces lo normal cuando se palpa,
sin al menos una bombilla, es ilusión la mirada.
Poder ver lo que a veces,
sólo puede imaginarse,
como en una película,
como fantasmas fugaces.
Fotograma a fotograma
la mirada puede ver y organizarse,
o puede paralizar,
como un modelo que posa.
Por eso en el mirar,
entra el ver lo que a veces
se escapa del campo visual.
Sólo le faltan unos teclados de fondo, percusión potente, un bajo repetitivo y una guitarra-a-lo-jazz. Voz en falsete y tenemos a Pink Floyd en sus mejores momentos.
ResponderEliminarMuy grande Cayetana, felicidades.