martes, 11 de agosto de 2009

Incompatibles



Duerme apretado contra un colchón naranja,
y sabe, tiene la certeza de su lado.
A pesar de todo,
de las uñas,
él no tiene miedo.

Duerme a sus anchas,
ella se despereza
y vuelve a dormirse por las esquinas de la casa
y no sabe cuando empezó la decadencia,
el pecado de tener una cara bonita,
pero ella también sabe,
también tiene la certeza de su lado,
por mucho que él se acerque infantil y temeroso.

Ya se lo dijo una vez,
luego otra,
a la tercera le dolió,
pero él seguía intentando olerle por detrás de las orejas.

¿Cómo explicarle el imposible?
Hay quien nace para ser incompatible.

Él se acerca con el pelo castaño y la barba pelirroja.
Se cruzan por el pasillo y la mira,
la mira como nadie la había mirado jamás,
y ella no duda,
se aprieta su bata de seda gris y prepara el desayuno.

Él se empieza a conformar con tumbarse cerca
y verla dormir.

4 comentarios:

  1. precioso!... ya tarareo armario y perro!.
    Hasta pronto!!

    ResponderEliminar
  2. Qué bonita historia de amor... cuyo final aún no está escrito. Y creo que acabarán durmiendo juntos, sólo hace falta un poco de invierno :)

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Qué bonito...!!.

    Ojalá todas las historias de amor vislumbraran este final... ¡Final feliz!

    ResponderEliminar
  4. http://www.youtube.com/watch?v=0bcOj4UNHkY

    y así suena musicado el poemaSo desde las cuerdas y tambores de Ida Susal!.... GRACIAS POR COMPARTIR LAS VIVENCIAS!!!... UN ABRAZO AMIGA POETA!!!!!

    ResponderEliminar

suéltalo